De las primeras cosas a plantearse es si nuestro hijo tiene edad para disfrutar de un campamento de verano.
Tras muchos años de experiencia, concluimos que no debemos atender tanto a la edad de nuestro hijo sino a su grado de madurez y autonomía.
¿Pero cuándo?
Este grado de desarrollo suele oscilar, en general, entre los 6 y 7 años como edad para asistir a campamentos de verano. Habitualmente establecemos los mismos criterios de edad que podemos encontrar en la enseñanza formal de los colegios e institutos.
Por lo tanto, con esa edad lo normal es que ya tengan las herramientas y habilidades para emprender la “aventura” que supone un campamento de verano. Al ponernos en contacto con las madres y padres de nuestros futuros acampados, sobre todo los de menor edad es imprescindible preguntarles por las características personales y autonomía de su hijo.
Uno de los aprendizajes más significativos de los niños que acuden a los campamentos intensivos es el la mejora de autonomía pero para que todo esto resulte el participante tiene que ser mínimamente autónomo al comenzar su experiencia.
Mi primer campamento de verano
El primer campamento de verano es quizás en el que sea más importante orientar a tu hijo o hija hacia uno que sea ideal para el. Los criterios a tener en cuenta son:
- El tamaño del campamento, un campamento pequeño y familiar ayudará que los participantes más tranquilos tengan el sosiego que necesitan. En este caso Vegafría podría ser una muy buena opción.
- El tipo de programa, que sea un programa que case con sus gustos e intereses. Hay una gran variedad entre toda nuestra oferta.
- La edad del resto de los participantes, los peques a veces se sienten protegidos entre participantes de la misma edad o disfrutan de que haya adolescentes alrededor suya.
En el futuro, una vez ya ha vivido la experiencia, el querrá acudir a otros campamentos y lo hará desde la seguridad de haber tenido una muy buena primera experiencia.
